Archivos para 24 julio 2015

La ética del IRPH

Son muchas las noticias sobre el IRPH en los medios en los últimos días. Varios medios (El Periódico, Cinco Días, ABC, El Mundo, etc.) han venido a contar lo que es el IRPH y cómo este índice de referencia de préstamos hipotecarios martillea mensualmente las economías familiares. No haré introducción, solo hay que poner IRPH en google y se amontona la información útil al respecto.

Voy a explicar mi particular punto de vista, desde dentro del escenario, porque soy una de esas 1,3 millones de familias que sufrimos la tortura de esta suerte de impuesto revolucionario que siguen cobrando los bancos.

Allá por el año 2005, en qué maldito momento, me decidí a la compra de un inmueble. Uno pequeñito, con una habitación, sin balcón. Como los pisos estaban por las nubes, tuve que conformarme con un bajo. Era a lo más que llegaba con mis recursos.

A la hora de negociar la hipoteca, 2 opciones. Euribor +1% o IRPH sin diferencial. El director de la sucursal, Don Pepito, “amigo” de toda la vida, apoyándose en esa confianza mutua nos introdujo el recelo sobre el Euribor, mucho más volátil y con un mayor riesgo para las maltrechas economías familiares. “Piensa que si sube, puede ser tu ruina”. En cambio, para el IRPH, todo eran alabanzas sobre su estabilidad. Iba a permitir organizarnos mejor. “Cuando el Euribor suba, subirá menos. Y cuando baje, bajará menos”, se oía como una especie de mantra por las sucursales bancarias de media España. Pues nada, entre atemorizados y confiados (“cómo nos va a engañar Don Pepito, si me ha visto crecer”) nos lanzamos a firmar con el IRPH, que nos iba a permitir organizarnos mejor nuestra economía. Todo ello corroborado por el Ilustrísimo señor Notario, que nos cobró a 1 € la fotocopia.

Nada más lejos de la realidad. Pasaban los meses, uno llevaba al siguiente, y un año al otro. Y cada mes de agosto llegaba la revisión. Cada vez pagaba más, y mis compañeros de trabajo, con su flamante Euribor, también, pero proporcionalmente menos. ¿Pero cuando subiera, no subiría menos? Ya verán ya, pensaba yo, si sigue subiendo.

Informándome sobre el tema acudo a la sucursal. Don Pepito ya no está. Lo prejubilaron. Quizás como premio a los servicios prestados. Doña Josefa nos dice que esto es lo que hay, que está firmado. Que tengamos paciencia que hay que valorar las cosas a largo plazo.

Bueno pues baja el Euribor. Y, ostras, es cierto, baja menos. Había una parte de la frase que era cierta. Posteriormente, sube. Y sube al mismo ritmo o más rápido que el Euribor. Esto empieza a oler a chamusquina, como los precios de los carburantes.

He de reconocer que de nuevo, la sucursal tenía razón. Hay que valorar las cosas a largo plazo. Y como muestra un botón, Doña Josefa:

IRPH2

Fuente: Cinco Días

Lo que yo veo, es que cuando sube, sube igual de rápido. Y cuando baja, baja igual de rápido, pero siempre con un techo superior. Lo que sí parece ir subiendo, hasta dispararse por encima de los 2% es el diferencial… Buen negocio, Don Pepito y Doña Josefa. Buen negocio.

¿Dónde está esa mayor estabilidad? ¿Cómo se puede justificar ese diferencial, que parece moverse siempre por encima del 1%? ¿Qué pasa a finales de 2008? ¿No se esperaba una curva casi plana? Preguntas que parecían sin respuesta.

Todas las visitas a la sucursal se resolvían por la vía legal. “Es lo que usted tiene firmado”. Para que explicar las cosas. Como vea algún día a algún responsable de entidad bancaria dando lecciones sobre atención al cliente, me levanto y me voy.

En el año 2013 desapareció el IRPH. Tan ilusionado como iluso, que se asemeja pero no es lo mismo, me encaminé hacia la sucursal para preguntarle a la Doña Josefa qué pasaba con mi hipoteca. Pero ya no estaba, la habían desplazado a no sé qué sucursal. ¡Qué lástima! Pensé para mis adentros. Le había cogido cariño. No había dejado ni una nota ni nada. Qué mujer más fría…

Doña Josefina me dijo que tanto mi índice de referencia primario, el IRPH, como el sustituto, CECA, habían desaparecido. Pero tenía que estar tranquilo. Según mi hipoteca (aunque nadie me lo había dicho con anterioridad, ni el Ilustrísimo, qué iba a saber él que esto pasaría), se aplicaba el último tipo de interés que se podía calcular, esto es, mayo de 2013. Un 3,87%. Qué gran suerte. Ni tan siquiera diciembre de 2013, que era el último que se pudo calcular. El último oficial. No, mayo que es cuando me tocaba. Que gente más legal, así da gusto.

Hay una cosa cierta, por fin iba a tener estabilidad. Mi cuota, por las nubes, se iba a mantener para siempre. Esto, que de por si no es malo en un entorno inflacionista estable, donde los incrementos del valor del dinero harían que esa cuota fija fuese perdiendo valor con los años, se puede tornar en horroroso en un escenario deflacionista. Pero no, según Josefina, es genial para mí. Tanto que vengo pagando casi 300 euros más cada mes durante 2 años, casi 7.000 euros. ¿Será genial algún día? Josefina está segura que sí. De mientras, clín clín.

Le solicito a Josefina algún papel que lo explique y me dice que no, que es genial para mí. No me puede dar nada ¿Será éste el nuevo mantra? Eso parece, que guay.

Pero habita tras mi oreja una mosca desde hace años. Y cuando zumba, me parece entender que me están engañando. La principal diferencia entre 2015 y 2005 es el acceso a la información. Pese a leyes mordaza y similares, hoy en día es posible saber muchas cosas gracias a mucha gente que cuenta cosas muy interesantes. Solo había que poner IRPH en google, y se amontonaba la información. Plataformas, PAH’s, Asociaciones, algún abogado ávido de clientela… Imposible no verlo.

Así que inicié mi proceso de reclamación. Primero, visita al Banco. Ya no estaba Don Pepito, Doña Josefa, ni Josefina. Ni la oficina. La han cambiado de calle. Recorte de costes, éstos nunca pierden, me dije. Si con 4 hipotecas pagan el alquiler…

Puse una reclamación y me fui a consumo. Exijo, apoyado en lo que considero un abuso por parte de los Bancos y Cajas, que se me devuelva lo que he pagado de más. Y lo hago desde un punto de vista ético. Ahora sé mucho más que antes. Ahora sé que el propio Banco de España ha reconocido, en un gesto muy honrado, esto es, a través de un requerimiento judicial, que existían irregularidades en el cálculo del Índice. ¿No deberíamos iniciar acciones contra el Banco de España por permitir esto? Eso haría una sociedad de derecho fuerte, si las reglas del juego fueran justas. Al final, hay lo que hay y tenemos lo que nos merecemos.

Si Don Pepito y el Ilustrísimo me hubieran dicho cuando firmé mi primera, y me temo que última hipoteca que en el cálculo el indicador se calculaba con los datos que enviaban las propias entidades, sin aparente verificación por parte del organismo regulador, igual me lo habría pensado teniendo en cuenta los antecedentes de las entidades y su dudoso historial de transparencia. Si me hubieran dicho que no era una media real ponderada de todas las hipotecas, sino que cada entidad tenía el mismo peso sobre el diferencial concediera una o 20.000 hipotecas al mes, igual habría replanteado la firma de la misma. SI me hubieran explicado que una Caja podría elevar al alza el tipo de manera unilateral, como parece suceder en 2008, igual habría pedido explicaciones. Si me hubieran dicho que en el cálculo del indicador se incluían algunos (sino todos) de los costes asociados a las hipotecas, (esto es, el TAE de toda la vida) que de por si tienen diferente riesgo asociado, me hubiera puesto de pie y me hubiera ido. Si todos los contratantes tenían seguro de vida, el IRPH baja. ¿Pero esto qué es?

Pero no me lo dijeron. Ante esta evidente asimetría de información, y ya sin entrar en si se ponían de acuerdo o no para elevar el diferencial con respecto al Euribor, porque sólo hay que ver el gráfico, exijo desde aquí, actualmente desde una asociación de consumidores y seguramente desde un juzgado en un futuro próximo:

  • Aplicación del tipo de interés Euribor en la hipoteca. Con este ya ganan dinero, no me dan ninguna lástima.
  • Devolución del dinero pagado de más con respecto al tipo de interés Euribor a lo largo del ciclo de vida de la hipoteca.
  • Daños y perjuicios, en forma de coste de oportunidad de no disponer del dinero este tiempo. Esto es, aplicar el tipo de interés legal sobre la parte retenida de más.

Y doy gracias a que he ido pagando la hipoteca, lógicamente quitándome de otras cosas. A muchas familias el coste de oportunidad del IRPH ha sido un desahucio, una refinanciación y algo mucho peor, lo que ello conlleva, un calvario. El dinero se reintegra, incluso un piso, pero el sufrimiento, ese, no es retornable.

Afortunadamente, las cosas parecen estar cambiando socialmente, y algún Parlamento como el de Catalunya ha empezado a mediar en el asunto, si bien no estoy totalmente de acuerdo con algunos puntos, si es una postura oficial al respecto.

Por último, comentar que nadie responderá ante esto. Todos se irán de rositas. Don Pepito, Doña Josefa, los consejos de administración, los responsables del Banco de España, los Ministros de Economía… Lo que estamos pidiendo muchas personas es que se aplique la justicia ética, derivada de un abuso. Ya no pedimos pagar más o menos que nadie, estamos hablando de pagar lo mismo que otros. Que nadie olvide que con el Euribor, los que nunca pierden ya ganan… A mí en unos días me toca pagar 300 euros más de lo que debiera. Si hay inflación, será mi problema. Entonces ya hablaremos del tipo de interés real y otros conceptos de los que, al final, me han hecho ser experto.

Como muestra, un botón. Como se va a quedar fijo para muchos, pues lo hago subir al máximo. Porque no tiene sentido que suba si baja el precio del dinero, y por tanto, el Euribor:

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Del estrés laboral, la conciliación y el HHC.

No soy un experto en Relaciones Humanas o Laborales. Por mi formación (Licenciado en Administración y Dirección de Empresas) tengo unas nociones y bases que me permiten un buen punto de partida para poder profundizar en algún experto. He de confesar que estos temas me atraen. He leído más de una vez el famoso “Dolan”. En añadido, soy un devorador de cualquier tipo de noticia sobre este tema, blogs, tendencias, opiniones, artículos… Me interesa saber cómo retener y promover el talento, cómo favorecer la conciliación de la vida laboral y personal, la búsqueda de la productividad por eficiencia y no por acumulación de horas improductivas, cómo buscar métodos para incrementar el Capital Humano, que creo es la principal fuente de obtención de beneficios, pese a que para muchos sea sólo un coste, el de mano de obra, formación, nóminas, salarios…

Pero por encima de todo me considero observador y oyente. Me encanta oír historias sobre la gente en su trabajo, asumiendo que tienen un sesgo personal y parcial. Es siempre interesante saber cómo se ha desarrollado el concepto de las Relaciones Laborales, organigramas, estructuras en diferentes tipos de empresas, sectores, tamaños…

Uno de los temas que más me atrae es el de la motivación. Esta semana leía que España tiene el nivel de stress más alto de Europa. Este no parece ser el mejor escenario para fomentar la productividad y la motivación. Por el contrario, debería ser el mejor escenario para desarrollar técnicas de motivación y reducción del stress.

http://www.gestion-comercial.com/espana-tiene-el-nivel-de-estres-mas-alto-de-europa/

¿Cómo podríamos reducir el stress? La principal fuente de stress sin duda es la laboral. Sin embargo, el stress no deja de ser una suma o acumulación de problemas.

El mejor ejemplo es el griego. Y me explico. He leído recientemente un par de noticias que me han hecho elaborar esta teoría. La primera, una teoría, la segunda, la confirmación. Leía esta semana que debido a la crisis Helena, había problemas de desabastecimiento en las farmacias. Los impagos del Estado estaban provocando este hecho. De entre los primeros medicamentos afectados, los de mayor demanda, según leí en un foro de economía, me llamó la atención la ausencia de ansiolíticos y antidepresivos.

http://www.abc.es/internacional/20150709/abci-mercado-negro-medicina-grecia-201507081959.html

Y más cuando en un reciente estudio se comentaba que el consumo de antidepresivos en Grecia era de los más bajos de Europa, si bien dicho estudio relaciona la prescripción de antidepresivos con la percepción que se tiene de la enfermedad ‘per se’.

http://scienze.fanpage.it/perche-in-grecia-assumono-meno-antidepressivi-che-in-inghilterra/

http://bjp.rcpsych.org/content/early/2015/06/22/bjp.bp.114.156786.full-text.pdf+html

La prescripción de antidepresivos, según la Dra. Sara Evans, del Kong’s College, se incrementa cada año un 20% en Europa. Esto, sin duda, tiene que decirnos algo. ¿Somos capaces de soportar la presión social, económica, fiscal, personal? Tenemos que ser cada año mejores que el anterior, dar beneficios, rendir en casa,…

Me pregunto, ¿trabajan mucho los griegos? Es decir, todos conocemos su situación. ¿Qué podría provocar un incremento puntual en la demanda de antidepresivos? Considerando que fuera cierto este punto, que no he podido confirmar (por desgracia no hablo ni entiendo griego), ¿cuáles son las condiciones laborales en Grecia? Quiero decir, todos sabemos la situación en las últimas 2 semanas en Grecia. Problemas económicos, corralitos… Si le añadimos a una mala base social y laboral problemas de este tipo, se podría explicar el aumento en casos de depresión y ansiedad.

http://economia.elpais.com/economia/2015/07/09/actualidad/1436429663_457877.html

Como vemos, el escenario es terrible. Si tienes la suerte de no trabajar (la tasa de paro es mayor aún que en España, que ya es decir) vas a tener un empleo precario e intensivo en horas. El estudio, aunque sesgado parece indicativo (incluye empleos a tiempo parcial y minijobs, es una media pura y dura sin contar otros factores).

Por tanto, a una mala base social y laboral le añadimos problemas de liquidez, ausencia de alimentos básicos, medicamentos, etc. Lo que obtenemos es un incremento de la infelicidad, depresión y ansiedad.

Todo este rodeo para explicar que hay diferentes tipos de estrés y que la acumulación de un estrés laboral, negativo o distrés, y crónico con otros tipos de estrés negativo, sean agudos o crónicos, como el personal, académico, social o económico provocarán un incremento sostenido en la infelicidad y la ansiedad de los trabajadores, lo que va a conllevar problemas de rendimiento, concentración que derivará en errores, ausencias que derivarán en costes por absentismo, irritabilidad que generará problemas de convivencia… Un escenario dantesco.

¿Qué pueden hacer las empresas por reducir el estrés de sus empleados y evitar este tipo de costes asociados? Muchas cosas. No hablamos de aumentar el salario, que podrían hacerlo si hubiera una directa reducción de otros costes asociados. Las empresas pueden proporcionar un ambiente laboral agradable, comunicativo, creativo, que busque reducir el estrés laboral. Puede fijar objetivos claros, medibles y alcanzables. Puede ayudar a priorizar tareas, compartir las prioritarias. Puede evitar que estemos siempre en el cuadrante urgente y prioritario, como si todo lo fuera. No somos bomberos. Esto reduce el estrés laboral. Pero, ¿y los otros tipos de estrés?

Una posible solución sería flexibilizar la jornada laboral. Empresas como Grupo Santander, BBVA, Iberdrola, Cepsa, Novartis, Coca-Cola o Kellog’s lo han hecho con éxito. Estamos hablando de empresas enormes, con megaestructuras, que son capaces de realizar avances de este tipo. ¿Qué no podría hacer una pequeña empresa con ganas de innovar y atraer talento?

http://cincodias.com/cincodias/2015/07/10/sentidos/1436547699_288209.html

Porque sí, es un factor que atrae. Si pasas de trabajar en jornada partida, entrando a las 9 y saliendo a las 18h o 19h a organizarte tu jornada, es algo que puede ser muy interesante. Y ayudar a reducir el stress personal, familiar, académico, etc. El 37% de los profesionales lo sitúa entre los criterios más importantes para decidirse por una empresa

Como dice el texto, Toda la plantilla tiene ahora un horario modulable de entrada y salida: de lunes a jueves deben llegar a la oficina entre las 8.00 y las 10.00 horas y pueden salir entre las 17.00 y las 19.00. Los viernes se trabaja durante 6,5 horas, a contar desde la llegada. Se habilitan fórmulas para facilitar el teletrabajo y el tiempo de duración de las reuniones, que siempre deberán celebrarse antes de las 18.00. El objetivo: mejorar la conciliación familiar para que aumente la productividad de los trabajadores.

Iberdrola ha sido pionera en la implantación de políticas de conciliación, que afectan a 9.000 de sus trabajadores de España. “Desde que se puso en marcha la jornada continuada en 2007, la productividad ha aumentado en medio millón de horas anuales”, resume el director de recursos humanos de la compañía, Ramón Castresana. “Con esta medida hemos reducido en un 20% los índices de absentismo y en un 15% los accidentes laborales. Esto evidencia que las personas, cuando están satisfechas y a gusto en su trabajo, se comprometen más con la empresa y sus objetivos”, sentencia.

Está claro, ¿no? Reducir el presencialismo debería ser el punto nº1 de cualquier empresa que quiera no verse condenada a su propia extinción. El rendimiento marginal decreciente por hora de trabajo me parece un concepto tan claro como demoledor. No sé si debería ser obligatorio fichar y enviar los marcajes al Ministerio de trabajo… No hay que olvidar que el presencialismo no sólo no reduce los costes, aunque algunos lo crean, sino que aumenta el paro. Si dos trabajan 12 horas, nos hemos ahorrado uno de 8. Tiene un coste social evidente.

Algunos por suerte ya lo han detectado. Habrá que ver si se cumple y si funciona:

http://www.latimes.com/business/la-fi-obama-overtime-rules-explainer-20150630-htmlstory.html

Me gustaría acabar esta pequeña incursión en un mundo que no es el mío, si bien es el de todos, con otro concepto que puede generar costes derivados de la falta de confianza, temor, inseguridad, depresión, fuga de talento, absentismo… el HHC. No es la matrícula de un Peugeot, que también, es algo de lo que he ido oyendo y observando mucho. El “Hagas lo que Hagas, la Cagas”. Es un poco vulgar, pero no deja de ser gráfico y explicativo.

Es esa sensación de que hagas lo que hagas, innoves o seas tradicional, te arriesgues o no, seas claro o no, te equivocas. Esa sensación que puede anular al trabajador, desmotivarle. Suele ocurrir en escalas jerárquicas cerradas, donde los mandos superiores suelen tener temor de la gente que tiene por debajo. Se utilizan este tipo de técnicas, conscientemente o no, para mostrar continuamente esa superioridad jerárquica y no real, bien sea en cuanto a conocimiento, aptitudes y/o actitudes.

Supongo que en algún momento de vuestra vida habréis tenido esa sensación, y no sólo en el trabajo. Os recomiendo realizar algún curso de inteligencia emocional, que puede ser de utilidad en estos casos. Es un tema que me atrae, y un tipo de inteligencia que en general brilla por su ausencia en la sociedad actual, junto con la ética. Por suerte, ambas pueden ser aprendidas y mejoradas.

Os dejo un enlace interesante que puede ser de utilidad si os sentís identificados. Recordar que no cumplir las expectativas de alguien quiere decir exactamente no cumplir sus expectativas, simplemente quizás estamos en el entorno equivocado. Si no podemos cambiar una variable, habrá que cambiar el entorno. Lo que no hay que hacer es vivir frustrado o sintiendo que no somos válidos, porque seguro que lo somos y hay alguien que te valora:

http://www.lanacion.com.ar/1711560-resiliencia-o-como-hacer-para-superar-las-derrotas-laborales

Espero, como siempre, que haya sido de vuestro interés y agradezco vuestros comentarios. Tened piedad conmigo, que sólo soy un simple aficionado!

Saludos y gracias por leer hasta aquí.

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